8 Goliat se plantó y gritó a las filas de Israel diciéndoles: «¿Para qué
habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo
filisteo y
vosotros servidores de Saúl? Escogeos un hombre y que baje contra mí.
9 Si es capaz de pelear conmigo y me mata, seremos vuestros esclavos
pero si yo le venzo y le mato, seréis nuestros esclavos y nos serviréis.»
10 Y añadió el filisteo: «Yo desafío hoy a las filas de Israel; dadme un
hombre y lucharemos mano a mano.»
11 Oyó Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo y se consternaron
y se llenaron de miedo.
12 Era David hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que
tenía ocho hijos. En tiempo de Saúl este hombre era ya anciano, muy
entrado en años.
13 Los tres hijos mayores de Jesé se fueron a la guerra con Saúl; el
nombre de los tres hijos suyos que marcharon a la guerra era Eliab,
el
primogénito, Abinadab, el segundo, y Sammá, el tercero.
14 David era el más pequeño; cuanto a los tres mayores, habían
seguido a Saúl.